La ciudad.,
A. Medrano Mieres
Soñé que el cuerpo de la ciudad estaba constituido en mi cuerpo
Y aunque parecía inmóvil,
en las noches adquiría movilidad
trasladaba sus partes a distintos espacios
Y sus habitantes pasaban a cumplir distintas funciones según las partes del cuerpo
la parte más alta de la cabeza era un parque ubicado casi en los extramuros
mi rostro y cara era la avenida principal hasta el cuello
las mujeres eran obreras furiosas que trabajaban en ella
taladraban mis ojos, los cuales se encontraban en las cabeceras de algunas calles
el principal acueducto bajaba desde la boca hasta los órganos masculinos
mis arterias eran los canales desde donde a veces se desbordaba el agua lluvia
el corazón era una plaza despoblada de árboles
las gentes caminaban presurosas y angustiadas hacia ella
aceleraban el ritmo con músicas inaudibles
ellos sabían aunque nadie se aventuraba a comprobarlo que allá arriba había un centro de mando
inventaban sus dioses y los invocaban cuando todo se descontrolaba
quedaban aún más locos cuando desde mis ojos salía disparada la cal
y pintaba con ella las paredes donde se proyectaba para la población dedicadamente algunas películas
aunque en realidad yo sabía que ellos se introducían por alguna parte a mi cerebro
y pedían solicitaban o insistían una y otra vez, queremos ver “Quien quiere ser John Malkovich”
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